El jueves 23 de febrero
realizamos una práctica en clase que prepararon las personas del grupo de
Inteligencia Musical, la cual consistía en sacar a flote las emociones que nos
sugerían tres canciones distintas relacionadas cada una con sentimientos de
tristeza, rabia y miedo. Podemos decir que este tipo de emociones, aunque
relacionadas con lo negativo, son necesarias para un correcto desarrollo tanto
emocional como introspectivo ayudando a tu equilibrio personal y a un mayor
conocimiento sobre ti misma, lo cual vemos así mismo necesario para entablar
relaciones con las demás.
Para la realización de esta
práctica nos situamos en círculo para poder tener un contacto visual con todas
las personas ya que es importante para establecer entre nosotras una buena
comunicación y así fluir conjuntamente. Las compañeras que realizaban la misma
nos explicaron el funcionamiento: sonarían tres canciones, como hemos dicho
antes, evocando a la tristeza en primer lugar, siguiendo con la rabia y
finalmente el miedo. Mientras escuchábamos cada una de ellas debíamos escribir
aquello que nos sugerían cada una de estas emociones acompañadas de su melodía
para más tarde ponerlas en conjunto de manera anónima. Cada una de las personas
de la clase leyó un papel que no era el suyo, sin saber ninguna a quien
pertenecía. Tras esto pudimos ofrecernos consejos para ayudarnos en cada una de
las situaciones.
Esta práctica ha resultado
beneficiosa para nosotras ya que se ha fomentado la comunicación entre las
personas de la clase y el profesor. Nos damos cuenta que el método de escribir
en anónimo nos ayuda a ser más realistas y sinceras dado que no nos sentimos
tan vulnerables y expuestas y así mismo vemos como muchos de los escritos
tenían relación entre ellos, lo que nos dice que a lo mejor aquello que en otra
situación no hubiéramos compartido por vergüenza o miedo a que nos juzgasen se
repite o es similar en muchas de nosotras. Este mismo método contribuyó
positivamente para expresar al final los consejos o ideas que teníamos para
alguna de las situaciones que otras compañeras habían escrito, lo cual una vez
más se dificultaría si supiéramos a quién estamos dando ese consejo en
concreto, ya sea por no tener mucha relación con ella o por diversos factores.
Creemos que este tipo de
prácticas son muy necesarias ya que fomentan otro estilo de aprendizaje que
consideramos fundamental y más eficaz y que no solemos llevar a cabo. Nos ayuda
a saber desarrollar esas habilidades sociales que estudiamos en el papel, que
finalmente es lo que nos llevará a ser unas buenas trabajadoras sociales y a
saber manejar distintas situaciones.